Dios es un número

 

Durante el transcurso de nuestra vida se nos presentan infinidades de personas a las que podríamos ver como números, y así como nos enseñaron en la escuela el sistema de numeración en unidad, decena, centena y así sucesivamente; al aplicarlo a nuestra vida entendemos que cada persona que transita por nuestra vida tiene el propósito de enseñarte algo, bueno o malo eso es según la perspectiva de cada quien.

Cuando son unidades, son esas personas que conoces fugazmente y compartes muy poco con ellas, mas sin embargo a veces te contestan algo que venias pensando o vez en ellos eso que te hacía falta para entender la situación que vives, un ejemplo de ello es cuando se camina por la calle y vemos a alguien que está buscando comida en la basura, en ese momento entendemos que somos privilegiados y puede ser que en ese instante tengamos hambre, mas sin embargo al llegar a casa tendremos que comer aunque sea poco y tal vez no sea nuestro plato favorito es mucho mejor que buscarlo de la basura.

 

Cuando son decenas, ya son personas que comparten un poco más con nosotros y podemos influir de manera positiva o negativa en sus vidas y viceversa, siendo amistades que durante un tiempo determinado entran a nuestra cotidianidad, una muestra de ello es cuando vamos de vacaciones o en un paseo y compartes en grupos de personas que desconoces, y mientras dura la actividad o el paseo forman parte de tu vida.

 
Cuando son centenas, ya son personas que influyen más en nuestra vida compartiendo alegrías y tristezas un ejemplo de ello son los compañeros de colegio, universidad o trabajo que compartes una gran parte de tiempo y están allí para apoyarte o para criticarte y siendo ambas partes necesarias para ayudarnos a crecer y a madurar, porque si solo te dicen lo bueno mas no lo malo no entenderás que tienes cosas por mejorar o si solo te dicen lo malo y no lo bueno sentirás que no vales mucho mas que lo que otros opinan, aunque indiferentemente de lo que opinen los demás vales mucho mas de lo que crees. Alguien dio la vida por ti no se te olvide eso. Juan 15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 
 
Cuando ya hablamos de unidad de mil en adelante podemos referirnos a nuestra familia, tíos, primos, hermanos, padres; porque desde que nacemos están a nuestro lado y comparten con nosotros gran parte de nuestra vida pero hay casos donde no es así y los podemos ubicar en las descripciones anteriores, mas sin embargo durante nuestra vida tenemos que entender que aunque no lo vemos, todo lo que nos pasa es para bien.
A veces hay personas que por nuestro orgullo nacieron como unidades de mil pero las reducimos a decenas o centenas y nos apartamos de ellos, llenándonos de vacíos y largas noches de insomnio o almohadas de llanto queriendo decirles lo mucho que nos importan pero nuestro orgullo no lo permite, y cuando ya es muy tarde les decimos todo lo que los queríamos a través de un cristal, donde nuestras palabras ya no pueden ser escuchadas.
A veces le ponemos precio a nuestra felicidad, y la estereotipamos buscándola y viviéndola fuera de nosotros, la llenamos de cosas materiales, en personas, animales, y no entendemos que siempre la hemos tenido dentro de nosotros. Por eso no permitas que el dolor, la rabia, el orgullo, el odio, nuble tu perspectiva y te pierdas de tantas cosas que por mantener la distancia no las vives.
Recuerda que cuando tus padres te castigaban por algo que hiciste mal y te molestabas porque considerabas que estaban equivocados y dejabas de compartir con ellos durante un tiempo, pero ellos siempre estaban allí para ti porque te aman y te daban tu espacio, y cuando se te pasaba la rabia ellos estaban allí con los brazos abiertos.
Lucas 15:11 Y {Jesús} dijo: Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y él les repartió sus bienes. 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba {nada.} 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: “¿Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre!” 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores.” 20 Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión {por él,} y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.”
22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; 23 y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.” Y comenzaron a regocijarse.
 
Así mismo hace Dios siempre está ahí y busca la manera de cuidarte aun cuando tu no quieres nada con Él, pero hoy te invito a que cualquier molestia que puedas tener con Él déjala a un lado y aprovecha ahora que estas vivo para arreglar tus iniquidades. Porque recuerda que tú también eres un número y en algún momento dejaras de serlo pero con Dios no pasa esto porque así como los números son infinitos así mismo es Él. Un Dios eterno e inigualable y Él te restaurara cada día, cuando permitas que gobierne tu corazón y donde antes había rencor, odio y demás Él lo convertirá en amor y te permitirá convertirte en una persona íntegra.
Salmos 36:7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. 8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. 9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. 10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.
 

Dios los Bendiga hoy, mañana y siempre…