
Tratar de definir ¿quién es Dios? es un tema complicado, podemos buscar en la Wikipedia y nos dice: “Dios es el nombre que se le da en español a un ser supremo omnipotente, omnipresente, omnisciente y personal”. También lo podemos buscar en el Antiguo Testamento y algunas de sus definiciones es:
Isaías 45:5 “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no
hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, 6 para que se sepa desde el nacimiento
del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más
que yo, 7 que formo la luz y creo
las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago
todo esto”.
O en algunas del Nuevo Testamento Apocalipsis 1:8 “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y
que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.Hay tantas definiciones que podemos tener de Dios que al final no es cuestión de definir ¿quién es Dios?, porque Él sigue siendo el mismo en el principio, ahora y por los siglos de los siglos, aunque deberíamos preguntarnos ¿quién es Dios para mí?
En internet podemos conseguir un relato que puede darnos una
idea de Dios.
“Cuentan que
una vez un niño le preguntó a su padre, de qué tamaño es Dios.
Entonces al
mirar al cielo, su padre vio un avión y le preguntó a su hijo ¿de qué tamaño él
lo veía?
El niño le
contestó: -Muy pequeño, tanto que ni se alcanza a ver.
Entonces el
papá lo llevó al aeropuerto y al estar cerca de un avión le preguntó: -Y ahora
¿de qué tamaño es el avión?
Y el niño le
respondió muy asombrado: -Papá, es enorme.
El padre
entonces le dijo: – Del mismo modo es Dios para ti. Su tamaño va a depender de
la distancia que tú tengas de Él, y así mismo tu experiencia con Él.
Cuánto más
cerca estés de Dios, Mayor Él será en tu vida”
Con esta pequeña narración podemos entender que no se trata
de tener conceptos muy elaborados de Dios, solo de lo que significa en nuestras
vidas y como puede obrar en ellas. Porque lo transitando en esta vida me ha
enseñado que Dios es todo para mí y sin Él nada, y desde el momento que permití
que gobernase en mí, he cambiado en muchas áreas de mi vida y sigo mejorando
día a día.
Aunque como dicen cada cabeza es un mundo y muchos pensaran
de manera contraria y preguntaran ¿si Dios existe, por qué está sucediendo todo
esto? Y tal vez mi respuesta no llene sus expectativas, ciertamente la Palabra
dice:
Amos 4:6 Os hice estar a diente limpio en todas vuestras
ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a
mí, dice Jehová. 7 También os detuve
la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre
otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no
llovió, se secó. 8 Y venían dos o
tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os
volvisteis a mí, dice Jehová. 9 Os herí
con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y
vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os
volvisteis a mí, dice Jehová. 10
Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros
jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros
campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. 11 Os trastorné como cuando Dios
trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas
no os volvisteis a mí, dice Jehová. 12
Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer
esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. 13 Porque he aquí, el que forma los
montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de
las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los
ejércitos es su nombre.
Solo hay que clamar a Dios para ver las cosas maravillosas
que puede hacer en nuestras vidas, dijo Jonás 4:2 Porque sabía yo que tú eres Dios
clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te
arrepientes del mal. Porque así como un padre reprende a su hijo
para que no se haga daño, de la misma forma hace Dios con nosotros, más sin
embargo somos como jóvenes, que todo lo sabemos y hacemos todo a nuestra
manera, y terminamos cometiendo errores, algunos más grandes que otros aunque ahí
están nuestros padres para recibirnos con los brazos abiertos o en algunos
casos ya es demasiado tarde porque no los tenemos a nuestro lado. Pero con Dios
no pasa esto mientras una persona viva, tiene una segunda, tercera, cuarta,
quinta, etc., oportunidad de aceptar a Cristo en su corazón y ser salva. Hechos 16:31
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. 10 Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Vale la pena decir que Dios permite ciertas cosas para hacer
que lo busquemos, todos nosotros tenemos un propósito que cumplir y nuestro
llamado siempre es de manera diferente, por eso se dice que muchos son los
llamados, mas pocos escogidos. Hay personas que ven la muerte de alguien por
una extraña enfermedad, mas no se dan cuenta que esa enfermedad hace experto al
médico para combatirla o que un fallo en determinada maquina hace experto a
quien la repara, porque un buen marinero no se hace en aguas tranquilas.
No es cuestión de entender lo que pasa, debido a que los planes de Dios son perfectos y aunque queramos no podremos comprenderlos, más sin embargo sí que podemos creer en Él, 2 Corintios 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Es que cometemos un error muy grande que cuando pedimos a Dios siempre esperamos respuestas sobrenaturales pero Él usa a las personas, si, Él nos usa constantemente y este es un cuento corto donde lo podremos entender mejor.
MI DIOS ME
SALVARÁ
Era un
náufrago que flotaba a la deriva en el mar y oraba que Dios lo salvará de morir
ahogado o comido por los tiburones.
Cuando en eso
una avioneta le avienta una lancha inflable, él se negó a subirse y decía: No,
mi Dios me salvará.
Un
helicóptero entonces pasó y le bajó unas escaleras para que subiera y aquel
dijo: No, mi Dios me salvará.
Al final,
pasó un barco y le lanzó una cuerda para subirlo y él volvió a repetir: -No,
Dios me salvará.
Aquel
náufrago murió ahogado y llegó al cielo donde San Pedro lo esperaba.
Llegó
alegando: ¿Por qué Dios no me salvó?
A lo que San
Pedro contestó:
Maravillosa lectura, 🙌🙌🙌
ResponderEliminarMuchas Gracias...
EliminarTe felicito!!!
ResponderEliminarGracias...
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